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- jueves, 27 de marzo de 2025
La lumbalgia es un proceso frecuente causado por lesiones en la columna lumbar y las raíces nerviosas raquídeas.
Su incidencia se estima entre el 65% y el 80%, y es la causa más frecuente de incapacidad laboral en personas menores de 45 años.
Lumbalgia aguda
Se relaciona con múltiples causas, como:
- Esfuerzos intensos, que causan dolor localizado con contractura muscular espinal no irradiada.
- Fracturas vertebrales, caídas sobre las piernas o flexión forzada, siendo más vulnerables los pacientes con osteoporosis, enfermedad de Cushing, osteopatías, hiperparatiroidismo, metástasis ósea, mieloma múltiple y enfermedad de Paget.
- Protrusión de los discos intervertebrales lumbares, especialmente L5-S1 y L4-L5, que causa dolor de espalda, posturas anormales y limitación del movimiento. La afectación de las raíces nerviosas produce dolor que suele ser unilateral y se acompaña de trastornos de la sensibilidad.
- Síndrome de las carillas articulares intervertebrales, por compresión de las raíces nerviosas sin discopatía. Enfermedades de la cadera, que pueden producir dolor irradiado a los glúteos y las rodillas.
Dolor de espalda crónico
Frecuentemente asociado a:
- Espondiloartrosis lumbar, causada por un proceso degenerativo de las vértebras lumbares que produce exostosis, estrechamiento del canal medular y compresión de las raíces nerviosas.
- Espondilitis anquilosante, con lumbalgia irradiada a los muslos, limitación de movimientos y rigidez, que evoluciona hacia una disminución de la movilidad torácica y la dorsiflexión.
- La artritis psoriásica, el síndrome de Reiter y la enfermedad inflamatoria intestinal producen un patrón similar de limitación de movimientos.
- La espondilolistesis produce dolor lumbar recurrente que a menudo puede irradiarse a las extremidades inferiores.
- Las posturas inadecuadas pueden causar dolor de espalda debido a la sobrecarga de músculos y ligamentos, aunque también pueden ser secundarias a una alteración discal. La hiperlordosis lumbar, que se produce por permanecer de pie durante mucho tiempo, las inclinaciones forzadas de la espalda y el cuello en ordenadores mal colocados, sin reposapiés o al sentarse de forma inadecuada, puede causar dolor lumbar.
- Las alteraciones estáticas de las extremidades inferiores, como el pie plano o las cavidades, que obligan a la columna a compensar la postura, producen dolor lumbar.
- La escoliosis y las asimetrías desequilibradas de las extremidades inferiores generan dolor.
El tratamiento médico es causal y sintomático con analgésicos, relajantes musculares y antiinflamatorios.
Consejos
- La rehabilitación y las recomendaciones para prevenir las exacerbaciones incluyen consejos sobre la conducción.
- Mientras el paciente experimente síntomas como dolor, pérdida de fuerza y alteraciones sensoriales, no podrá conducir.
- Se recomienda reposo, fisioterapia con masajes y recomendaciones para prevenir las exacerbaciones, incluyendo consejos sobre la conducción.
- Un conductor que se sienta de forma inadecuada al volante puede favorecer la aparición de dolor de espalda o empeorar el existente.
- Por lo tanto, el paciente debe evitar sillas bajas y blandas, así como almohadones que queden por debajo de las rodillas.
- El vehículo debe tener un asiento alto y cómodo, con respaldo recto y un buen soporte para el reanimador.
- El dolor y las limitaciones neurológicas o de movimiento harán que el médico desaconseje la conducción.
- Si el paciente atraviesa un período de ansiedad o estrés, todos los síntomas se acentúan y el control del vehículo disminuye.
- Los fármacos utilizados en el tratamiento sintomático de estos cuadros clínicos suelen tener un efecto sedante, como es el caso de las benzodiazepinas y los tranquilizantes mayores.
- El médico debe advertir al paciente que, incluso si ha mejorado los síntomas y ya puede conducir, el tratamiento de mantenimiento puede producir efectos secundarios importantes y peligrosos, que pueden retrasar el inicio de la conducción hasta que se reduzca la dosis o se suspenda el tratamiento.
Compresiones no traumáticas de la médula espinal
Su origen es múltiple: extradural debido a metástasis vertebrales o intradural debido a tumores extramedulares benignos, neurinomas y meningiomas.
- El síndrome lesional se manifiesta por la afectación de una o más raíces a nivel de la compresión, con dolores radiculares que suelen ser persistentes, fijos, resistentes al tratamiento y exacerbados por las maniobras de Valsalva. Puede asociarse hipoestesia en la banda, parálisis amiotrófica y abolición o inversión del reflejo tendinoso, un signo determinante en las compresiones de la médula cervical.
- El síndrome sublesional produce trastornos motores que inicialmente alteran la marcha de forma intermitente, con vacilación en una extremidad y fatiga de la pierna tras el movimiento, unilateral al principio y luego bilateral. Posteriormente, los trastornos se vuelven permanentes y la marcha es rígida, espástica y finalmente imposible. Los signos sensitivos son dolor a la presión y parestesias múltiples distales al nivel de la lesión, y suelen aparecer con retraso respecto a los signos motores. La sensibilidad térmica y dolorosa está más alterada que la sensibilidad posicional. Los síntomas sensitivos se agravan lentamente hasta provocar una anestesia completa de la zona sublesional. Los trastornos esfinterianos son relativamente tardíos y producen una necesidad imperiosa y frecuente de orinar que limita la conducción.
- El síndrome espinal se caracteriza por rigidez segmentaria de la columna, principalmente cervical y lumbar, deformación dolorosa y dolor a la presión de las apófisis espinosas.
Consejos
- La pérdida de fuerza, el dolor y las alteraciones motoras y sensoriales impiden el correcto control del vehículo, por lo que no puede conducir.
- El dolor y las limitaciones neurológicas o de movimiento harán que el médico desaconseje la conducción.
- Mientras el paciente experimente síntomas como dolor, pérdida de fuerza y alteraciones sensoriales que interfieran con su seguridad al volante, no podrá conducir.
- La descompresión quirúrgica de la médula espinal requiere un período más o menos prolongado de recuperación funcional y seguridad, durante el cual no es posible conducir hasta que el especialista dé un informe favorable.
- El especialista indicará en cada caso, según el tratamiento requerido para cada enfermedad, la capacidad del paciente para conducir e informará al respecto en cada revisión.
- Si existen secuelas, se evaluará su posible interferencia con la conducción y se le informará de ellas, así como de la posibilidad de recuperación con el tiempo.
- Tras la cirugía, el período de convalecencia queda a criterio médico para poder conducir sin limitaciones.
- Las incapacidades permanentes pueden evaluarse con el informe del médico especialista, para intentar adaptar el vehículo al conductor y permitir la conducción con las restricciones que la ley establezca para cada caso.