Spina-Bac cuenta con una base rígida, 5 resortes de acero especiales y un mecanismo de ajuste que se adapta en altura y profundidad a la forma de la espalda.
El acolchado de poliéter de alta calidad y la elegante funda de tela en 4 colores diferentes ofrecen una comodidad y durabilidad excelentes. Su diseño ergonómico, firmeza y capacidad de ajuste le permiten sentarse con seguridad y un buen soporte, dondequiera que se siente.
Spina-Bac ha sido diseñado para conservar la forma natural de S de la columna vertebral al sentarse.
El práctico respaldo tiene un diseño robusto y sólido, lo que permite soportar fácilmente el peso de todo el torso.
El cojín Spina-Bac se adapta fácilmente a las necesidades de la espalda. Elija el ángulo de asiento más cómodo y ajuste el cojín. Esto le permite optimizar prácticamente cada asiento y mantener la forma de S de su columna vertebral.
Los cojines Spina-Bac están equipados con un regulador con muescas que permite ajustar la altura y la profundidad del respaldo con 6 ajustes diferentes.
Gracias a este mecanismo de regulación integrado, puede ajustar fácil y rápidamente la posición de apoyo deseada en su espalda. Cada columna es diferente. La forma de S varía de 2 a 4 cm. Esta forma individual solo se puede mantener con la ayuda de un cojín de apoyo como el cojín Spina-Bac, que ofrece diversas posibilidades de adaptación.
El soporte lumbar Spina-Bac, reconocido internacionalmente desde hace 30 años, fue diseñado por expertos ortopédicos suecos para el alivio y la prevención del dolor de espalda al sentarse.
De Wikipedia, la enciclopedia libre.
El dolor lumbar, dolor lumbosacro, lumbalgia o lumbago es el dolor localizado en la parte baja de la espalda, correspondiente a la zona lumbar de la columna vertebral y que afecta alguna parte de la zona que se extiende desde la parte más baja de las costillas posteriores hasta la zona más alta de los glúteos, con o sin compromiso de las extremidades inferiores. Es uno de los motivos principales de consulta a los servicios médicos y se estima que aproximadamente un 80% de las personas lo presentará al menos una vez en la vida.
Tradicionalmente, se ha perpetuado la idea errónea de que en un 80-90% de los casos de dolor lumbar la causa es desconocida. Sin embargo, con una evaluación exhaustiva del paciente, normalmente sí es posible identificar y tratar la causa del dolor. Este puede derivarse de raíces nerviosas, músculos, ligamentos, estructuras fasciales, vértebras y discos intervertebrales, así como de los órganos de la cavidad abdominal.
En la mayoría de las ocasiones, se debe a causas biomecánicas, tales como traumatismos; esguinces o torceduras por estiramientos excesivos, capacidad muscular disminuida o falta de flexibilidad, mal uso o control muscular, mala postura; degeneración, hernia o rotura de discos intervertebrales; ciática; o exceso de peso, entre otras. Las enfermedades inflamatorias de las articulaciones, las fracturas por osteoporosis y los trastornos gastrointestinales y genitourinarios también pueden causar dolor lumbar. En algunos casos, el dolor lumbar es provocado por enfermedades que, sin un tratamiento temprano adecuado, pueden tener consecuencias graves sobre la salud, por lo que una correcta evaluación y diagnóstico diferencial son imprescindibles. Entre ellas, cabe destacar ciertos procesos infecciosos, lesiones que requieren cirugía, la enfermedad celíaca o el cáncer.
Clasificación
Clasificación por su duración
En su presentación clínica puede ser:
Aguda: si dura menos de 6 semanas.
Subaguda: si dura entre 6 semanas y 3 meses.
Crónica: si dura más de 3 meses.
Clasificación por sus características
Los procesos lumbares pueden ser de distintas maneras:
Lumbalgia aguda sin radiculopatía: Dolor de naturaleza lumbar de aparición inmediata (aguda), que se puede extender por la extremidad inferior, muchas veces no más allá de la rodilla, habitualmente sin radiculopatía. Es producida por una torsión del tronco o un esfuerzo de flexo-extensión.
Compresión radicular aguda: Inflamación de una raíz nerviosa de forma aguda, en un 90% causada por hernia discal.
Atrapamiento radicular: Irritación de la raíz nerviosa por el desarrollo de procesos degenerativos (espondilosis).
Claudicación neurógena: debido a un dolor muscular de naturaleza nerviosa.
Cuando se habla de dolor lumbar inespecífico o lumbalgia inespecífica, se refiere aquel proceso de dolor lumbar en el que no se puede determinar la causa que lo produce.
Causas
La lumbalgia es un término descriptivo que no representa una enfermedad en sí sino a un síndrome con múltiples causas. Se origina por distintos motivos, siendo los más comunes el sobreesfuerzo físico y las malas posturas. Las causas pueden ser de cuatro tipos:
De origen mecánico o traumático, con o sin enfermedades degenerativas presentes.
Asociadas a neoplasias, primarias o secundarias.
Asociadas a infecciones.
Inflamatorias.
Las principales causas mecánicas incluyen:
Esguinces y distensiones, que suelen provocar dolor agudo.
Degeneración de los discos intervertebrales, normalmente asociada al proceso normal de envejecimiento.
Hernia o rotura de los discos intervertebrales.
Radiculopatía, causada por compresión, inflamación y/o lesión de una raíz nerviosa espinal. Un forma de radiculopatía es la ciática, que provoca dolor lumbar que irradia hacia las nalgas y se extiende por la parte posterior de la pierna. En casos más extremos puede aparecer también entumecimiento y debilidad muscular en la pierna.
Espondilolistesis, que se produce cuando una vértebra lumbar se desliza fuera de lugar y pellizca los nervios.
Lesiones traumáticas o fracturas, derivadas de ciertos deportes, accidentes automovilísticos o caídas.
Estenosis espinal, causada por un estrechamiento de la columna vertebral que ejerce presión sobre la médula espinal y nervios. Puede provocar dolor o entumecimiento al caminar y, con el tiempo, conduce a debilidad de la pierna y pérdida sensorial.
Cuando el dolor lumbar es causado por trastornos que afectan a las vísceras, este suele acompañarse de otros síntomas o signos que ayudan a establecer el diagnóstico, principalmente gastrointestinales o genitourinarios. Las principales enfermedades que afectan a las vísceras y pueden provocar dolor lumbar incluyen:
Trastornos gastrointestinales o sistémicos, como la enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten no celíaca no diagnosticadas, la enfermedad inflamatoria intestinal o perforación intestinal. Es importante señalar que la enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune multi-orgánico, puede cursar sin ningún tipo de síntoma digestivo en más de la mitad de los casos.
Trastornos de los órganos pélvicos, como la prostatitis, la endometriosis o la enfermedad inflamatoria pélvica crónica.
Enfermedades renales, como los cálculos renales o la pielonefritis. Los cálculos renales suelen provocar dolor agudo en un solo lado de la espalda.
Enfermedades vasculares, como el aneurisma de aorta abdominal o la enfermedad oclusiva aorto-ilíaca. El aneurisma de aorta abdominal es una patología grave que requiere tratamiento médico inmediato.
La osteoartritis, la artritis reumatoide, las fracturas vertebrales debidas a la osteoporosis o, raramente, un tumor (incluyendo cáncer) o infección, pueden provocar dolor lumbar.
En el caso de las mujeres, el dolor lumbar se puede desencadenar o agravar con el ciclo menstrual. Personas que han nacido con espina bífida son muy vulnerables a sufrir lumbalgia resistente en alguna etapa de su vida. También puede ser un síntoma de enfermedades genéticas que afectan al tejido conectivo, como el síndrome de Ehlers-Danlos y el síndrome de hiperlaxitud articular.
La lumbalgia puede estar producida por el síndrome de miositis tensional, el cual puede tratarse adecuadamente siguiendo el protocolo de tratamiento del SMT.
Por otro lado, existen fuentes o tipos de dolor lumbar: el dolor facetario, en el cual existe una inflamación entre dos articulaciones cigoapofisiarias (dolor específico); el discógeno, donde el disco intervertebral posee una lesión que genera dolor (dolor difuso, en una zona inespecífica); la compresión radicular, donde la vértebra comprime la salida de los nervios que se dirigen hacia las piernas (el dolor irradiado hacia las piernas) y también se conoce como ciática; una contractura muscular, una disfunción de la articulación sacro-ilíaca, o por algún órgano que refleje su disfunción en la zona lumbar, como los riñones o el intestino delgado.
Una lesión aguda de la espalda baja puede ser causada por un evento traumático, como un accidente automovilístico o una caída; ocurre de repente y sus víctimas suelen ser capaces de identificar exactamente cuándo ocurrió. En los casos agudos, las estructuras que con más probabilidad resultan lesionadas son los tejidos blandos. En casos de un accidente grave, osteoporosis o de otras causas del debilitamiento de los huesos vertebrales, pueden también aparecer fracturas vertebrales en la columna lumbar. En el extremo inferior de la columna vertebral, algunos pacientes pueden tener dolor de coxis (también llamado coccigodinia). En otros casos puede aparecer dolor sacroilíaco en la parte inferior de la columna lumbar, llamada disfunción sacroilíaca conjunta.
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